En 1980 se nombró a Ed Wood como el peor director de la historia del cine. Wood era un amante del cine que, tras ser licenciado del ejercito, se dirigió a Los Ángeles para convertirse en un nuevo Orson Welles, su ídolo.

Wood comenzó a trabajar como guionista y actor ocasional. Tocó desde el teatro hasta la televisión con el mismo resultado, el fracaso. Vende algún guión que otro y su travestismo empezó a ser conocido (hecho que hizo fracasar sus dos primeros matrimonios), afición que compartía con Tony Curtis.

En esa época conoce a su actor fetiche, el mítico Bela Lugosi, que se encontraba en franca decadencia, inmerso en una espiral de alcohol y drogas. Con Lugosi en su “trouppe”, Wood lleva a cabo su primer proyecto Glen o Glenda, una historia sobre el travestismo (tema de actualidad en la época), con una gran carga autobiográfica.

Después llegarían otros proyectos, todos de serie Z, hasta llegar a su mejor película, la “pero película de la historia” según la crítica, Plan 9 from outer Space. En esta película Lugosi se convertía en el protagonista absoluto, aunque había fallecido antes de iniciar el rodaje, gracias a un doble y a material filmado de otras películas.

A partir de ahí Wood empieza su decadencia, si podía decaer aún más, y se dedica a las películas pornográficas caseras. El poco dinero que gana se lo gasta en bebida hasta el día de su muerte.

Su figura se vio reivindicada por el magnífico biopic que llevó a cabo Tim Burton, con Johnny Deep en el papel protagonista, en 1994.

Tras de sí Ed Wood deja un montón de películas de serie Z, objetos de cultos para los amantes de lo bizarro, y una leyenda difícil de olvidar.

Corto y cambio,